Cuando el cartílago que amortigua la articulación comienza a desgastarse aparece la artrosis. Normalmente en esta patología se suele estar más pendientes de los perros, que caminen bien en la calle, que puedan subir escaleras, que se levante de su cama… pero en un alto porcentaje, nos olvidamos de los gatos, que también la sufren.
Debemos tener en cuenta cualquier cambio de comportamiento que nuestro animal comience a demostrar, normalmente esto es un claro indicador de malestar y/o dolor.
Una movilidad reducida, que le cueste caminar, cojeras o incluso andar muy estirado también puede indicar que nuestro gato sufre dolor en sus articulaciones, también les costara limpiarse, comenzaremos a ver un animal que no realiza sus conductas higiénicas y la aparición de nudos en su pelaje.
Una vez diagnosticada la artrosis debemos ayudar a nuestro a gato a su vida diaria, poniéndole fácil la accesibilidad a su arenero y zona de descanso, si su artrosis está avanzada debemos ayudarle también a asearse, cortar uñas, limpiar ojos, cepillarle.
Sobre todo debemos evitar que suba escaleras, que los rascadores sean muy altos para que no tenga que hacer sobreesfuerzos, evitar que duerma en zonas de frio y/o humedad, proporcionarle una cama cómoda y adecuada para el descanso de sus articulaciones.
A nivel alimentario es muy importante que nuestro gato no coja sobrepeso, ya que esto a contra de ayudarle, le perjudicara mucho mas, debemos proporcionarle una actividad adecuada a su enfermedad y edad, tampoco es bueno que el animal no haga nada, pero no debemos sobrepasarnos tampoco. Ajustaremos su dieta con diferentes alimentos y complementos y proporcionaremos protectores articulares.
La artrosis no solo aparece en animales seniors, también puede aparecer en animales jóvenes y en razas predispuestas para ello. Es importante realizar visitas anuales al veterinario donde además de la vacuna se le haga una revisión completa para poder detectar cualquier tipo de enfermedad o inicio de ellas, para asi comenzar un tratamiento preventivo o crónico, evitando que nuestro gato tenga dolor.